martes, 12 de agosto de 2014

TRES MESE CAP 22

PORQUE UNO VIENE Y OTRA SE VA


Franco y Fabiola iban caminando hacia la casa de Grumoso para ahí preguntar donde quedaba dicho parque. En la puerta de la casa de Grumoso estaba Pamela Desalluno.

- Hola Pamela
- Hola Franco ¿recién llegas?
- Bueno la verdad es que busco un paruqe ¿conoces de uno?
- En la esquina, doblas a la derecha y llegas, pero.. ¿no te quedas?
- No estoy ocupado, sera para la próxima
- Bueno adiós, yo entrare. Adiós pequeña

Ambos hermanos llegaron a la esquina indicada y estaban a solo una cuadra de llegar al parque cuando empezaron a  escuchar unos gritos cerca de un callejón. Fabiola sabia que si llegaban al parque y Franco no encontrara a esa "amiga", muy por el contrario encontrara a Finn, todo se malograría, el se enojaría, dejaría de confiar en ella y quizá reaccione mal con Finn, era necesario que el no llegara nunca a se parque.

- ¿Escuchaste esos gritos?
- Fabiola, no te separes de mi
- Creo que es una pelea
- Eso no nos incumbe
- ¿Y si alguien esta en peligro?
- Eso no nos incumbe
- ¿ Y si es una chica?
- Eso no nos incumbe

Cuando de pronto se escucharon los gritos mas fuertes y efectivamente como había dicho Fabiola, era una mujer. No solo era una mujer, era Marceline. Franco fue a ver que pasaba, y en ese momento Fabiola escapo. Al llegar al callejón pudo ver la escena, un chico alto de cabello rubio y largo estaba agarrando de los brasos a Marceline y la retenía contra su voluntad. Ella gritaba y el solo decía "quieta, quieta", eso hizo hervir la sangre del muchacho y fue a meterse en medio de la pelea.

- Déjame!!!! Suéltame!!!!
- Solo quiero halar, quieta...
- Esta diciendo que la sueltes
- Perdón? quien eres tu?
- No importa, ella dice que la sueltes, suéltala
- Vete de aquí, quieres... Esto no te incumbe
- Si me incumbe, suéltala
- O sino que? ¿que vas a hacer?
- Te puedo asegurar que jamas haría lo que tu haces, No soy tan cobarde

Ash soltó a Marceline, quien estaba muerta del susto. Ella conocía a Ash, conocía su fuerza, sabia que el era agresivo y peleaba sucio. Ademas era mas alto y mayor, tenia 20 años. Ash iba acercándose al muchacho con paso firme y Marceline solo gritaba que se fuera, pero el muchacho no se movía. Cuando Ash estuvo a solo 2 pasos de distancia de el, el dijo:

- Sabes que... sera mejor que te vayas de aqui
- jajajaj ¿que? ya no eres tan valiente ¿verdad?
- No, no es eso, es solo que deberíamos ahorrarnos el mal momento, tu te vas y así todo....

Franco no pudo terminar de hablar cuando Ash le mando un golpe en la cara. El golpe fue tan fuerte que la cara del muchacho giro 90 grados. Marceline estaba llena de impotencia, pero su cuerpo no podía reaccionar, no sabia que hacer. Ash comenzó a reírse pero su risa fue cortada por un golpe que recibió en la cara, igual que el golpe que el había dado. Ash dio 2 pasos hacia atrás y vio al muchacho bien parado, su cara le había cambiado, parecía un poco mas ¿agresivo? ¿ despierto?no... se veía  demente, como con ganas de seguir, incluso sonreía, lo que aumento mas el enojo de Ash. Ash con impulso volvió a golpearlo, pero esta vez en el estomago, el muchacho aprovecho que el otro estaba agachado y le dio otro golpe en la cara, cerca a la nariz. Aprovecho su posición y le dio un rodillazo en la cara, lo que termino por provocarle un sangrado en la nariz . De inmediato el muchacho se retiro y vio como el joven botaba mucha sangre. El joven con tanta rabia dentro fue hacia el muchacho y empezó a dar golpe tras golpe y patada tras patada, pero el muchacho era muy hábil y anticipaba sus movimientos y algunos podía esquivarlos otros solo le caían y era muy doloroso. Pero en un momento en que el joven se sentía ganador  porque miraba al muchacho que empezaba a agacharse, este dejo de golpearlo para secarse la sangre que salia de su nariz. Fue el momento perfecto para meterle los dedos en los ojos al joven, el joven había peleado sucio todo el rato, entonces esa era la manera de cobrarse del muchacho. Cuando Ash retrocedió por el dolor en los ojos, quedo ciego por unos minutos, y era el momento de atacar. Franco le dio un golpe en el estomago, varios en el rostro, le dio una patada en la espalda porque este había caído de dolor y cuando ya estaba en el suelo recostado siguió pateándolo tan fuerte como sus pies podían, la idea era dejarlo inconsciente. Pero fue detenido por unas manos en su hombro, era Marceline que le decía que era hora de irse.


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