PEDIDA DE MANO
Las clases por fin habían acabado. Todos se habían graduado. Algunos porque
lo merecían y otros por pena, para que no repitieran un año más, pero de todas
maneras: Todos se graduaron. Muchos ya sabían qué hacer con su vida. Muchos ya tenían
elegida su universidad. Muchos no sabían que iban a hacer ahora. ¿Trabajar? Era
lo más razonable. Estudiar era muy caro y nada garantizaba que serias el mejor
de los profesionales. ¿Acaso no es mejor vivir poco pero bien? ¿Acaso no es eso
mejor antes que tener una vida larga y aburrida? Nadie sabe, porque nadie nunca
puede vivir tanto como optar por ambas cosas. Nadie sabe cuál es mejor, todas
las personas solo pueden tomar una decisión por vida. Marshall tenía muy en
claro, cuál era su decisión.
La vida es algo graciosa. A veces te da mucho. A veces te da poco. Gente
que no merece tener nada, lo tiene todo. Gente que lucha día a día por tener lujos en su vida, cuando los
tiene son víctimas del cruel destino y mueren. A veces progresar significa ponerte
en la mira de los delincuentes. A veces es mejor no tener nada y no preocuparte
por nada.
Si uno deja de preocuparse por su destino y por el dinero ¿De qué puede uno
preocuparse? Apenas uno nace, uno está destinado a la universidad… Por lago
entramos a jardín y luego a la primaria para luego ir a la secundaria. Todo
este sistema está diseñado para estudiar y ganar dinero. Marshall no pensaba en
ganar dinero, ¿en que podría interesarse? AMOR
La única respuesta importante en el mundo era AMOR. ¿De qué sirve vivir con
lujos o con mucha sabiduría si no tienes amor en tu vida? El AMOR no es solo
querer a una persona. Es apreciar las sensaciones de frio y caliente. Sentir el
viento a veces con fuerza y a veces casi inexistente. Ver los colores que el
mar te da, azul, negro, amarillo, verde, naranja, rosa. En un atardecer poder
ver el oro del mar. El amor es el mundo. Muchos están ciegos, muchos no ven la
maravilla del mundo. Solo tenemos 70 años para poder conocer este círculo lleno
de maravillas. Solo tenemos una vida para poder disfrutar todo de lo que se nos
da, y muchos no terminan de ver ni siquiera su propio país. Muchos están más
interesados en la tecnología o en los lujos que se olvidan de las maravillas
que la misma naturaleza te trae. Gente que aún no ha visto pelicanos. Gente que
aún no ha sentido el agua caliente del mar. Gente que jamás ha tocado nieve.
¿Eso es vivir? ¿Vivir es leer libros y llenar exámenes? ¿Vivir es hablar por
chat con amigos y repetirse lo mismo una y otra vez? ¿Vivir es ir al cine y
soñar con esas tierras imaginarias, cuando aún no conoces tu tierra realista?
Marshall había pensado en lo que quería hacer con su vida. Quería ver todo
lo posible. NO le interesaba la comida, la casa, los lujos, el celular, la
ropa. Le importaba ver y conocer. Conocer gente nueva y sus culturas. Ver
montañas con nieve en la punta. Conocer animales que aún no había visto. Ver
junglas de concreto. Para eso solo necesitaba sus ojos. Sus ojos, un poco de
dinero y un acompañante de primera clase. Fiona no iba vivir por mucho y él quería enseñarle su
forma de pensar antes de que ella muriera. Él no podía hacer todo eso sin la
autorización de sus padres, así que por eso le pidió la mano y ella acepto. Y
la boda será en unos días.
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